Nos pasamos el día tratando de dar con ese toque personal que nos distinga del resto, tanto en nuestro trabajo como en nuestra forma de vestir, la funda de nuestro móvil, el aspecto de nuestro coche y cómo no, nuestro hogar, sin darnos cuenta que en este círculo vicioso al que nos conduce este capitalismo desmesurado que nos inunda desde nuestros televisores y revistas que leemos, dejan de lado el ritmo que sigue la naturaleza, ajena a esta vorágine de consumir por consumir.
Hoy vamos a mostrarte cómo con un simple paseo por el campo o por los alrededores de tu casa, además de ser saludable para vuestro organismo, os proporcionará un elemento que aunque no lo percibáis, os aportará un optimismo y alegría cada vez que vuestros ojos se topen con ellas: nos estamos refiriendo a las flores silvestres.
Un mundo efímero en bellos colores
¿Te has parado a mirar la cantidad de flores silvestres que nos rodean sin que apenas reparemos en ellas, inmersos en nuestras prisas y problemas?. El problema es que son tan bellas como efímeras, por lo que te proponemos que animes a tus hijos o/y a tu pareja y cualquier momento libre que tengáis salgáis a hacer un bello ramo de flores que llevaros a casa.
En cualquier floristería podréis comprar unos polvitos con nutrientes que añadir al agua de vuestros ramos para que pervivan más tiempo bonitas, eliminando poco a poco aquellas que van poniéndose mustias.
Lucirán preciosas en antiguos recipientes de cristal que se venden en mercadillos y otras tiendas.
Os recomendamos apostar por las plantas leñosas, las que parecen ramitas de árbol, pues suelen perdurar más tiempo que las flores silvestres.
Si conocéis a dueños de árboles frutales, hablad con ellos pues es posible que en esta época de poda no les importe proporcionaros ramas con bonitas flores que desechan y que se verán perfectas en vuestras habitaciones.
Naturaleza seca
De todas formas, también hay elementos naturales dignos de llevar como decoración a casa y que no requiere cuidados, tales como un trozo de madera retorcido retrabajado por las aguas de un río, pantano o playa, un conjunto de ramas secas, etc.
Inspiración natural
E incluso hay quién apuesta por flores de imitación que claramente son artificiales por su colorido o diseño pero que resultan atrevidas y bonitas, fíjate en la imagen inspirada en una diseñadora japonesa basada en las flores de los cerezos:
Naturaleza viva
Pero si lo que deseas es llenar tu hogar de vida, para ello nada mejor que apostar por plantas vivas en macetas. Podrás jugar así con su colorido, distintas alturas, etc.
Vistoso y práctico
Una práctica muy habitual en la vecina Francia es disponer de un huerto de plantas aromáticas y culinarias que a la vez decore la terraza o parte de la cocina. Al ser macetas, además dispondrán de tales condimentos a lo largo de todo el año y basta una simple caricia a estas plantas para que además segreguen sus preciosas esencias al aire. ¿a quién no le gusta el fresco y limpio aroma del tomillo, hierbabuena o romero, por ejemplo?. Además de su labor alejando a mosquitos y otros insectos voladores, a los que repelen estos olores.
Hazlo tú mismo
Finalmente hay otra opción recomendada además por la medicina tradicional oriental para relajarnos y equilibrar emocionalmente nuestra mente, que es realizar nuestras composiciones naturales con plantas vivas de lento crecimiento y cortas raíces. Por lo general, se suele recomendar los cactus y plantas similares, disponibles en casi cualquier supermercado. Todo lo que necesitarás será un bonito tarro de cristal o terrario, un poco de sustrato universal (tierra para macetas), algunas piedras que te hayan gustado, de un río o playa, creatividad…y entre 10 a 30 minutos.
A continuación te damos un par de ideas. Puedes combinar plantas se secano:
O incluso plantas con otro tipo de bonitos objetos naturales, tales como erizos de mar, estrellas y conchas: